Tenderos con mucha historia
Las Provincias
13.07.13 - 01:03 -
MARÍA GONZÁLEZ | VALENCIA.
Negocios con hasta 200 años de antigüedad aún conservan la decoración y arquitectura original que los han convertido en locales únicos
45 comercios de la ciudad han sido declarados emblemáticos por el ayuntamiento
Sus puertas llevan abiertas al público 50, 100 y hasta más de 200 años. Son comercios históricos que han crecido al ritmo de la ciudad, pero que conservan la estética de lo que eran el día de su fundación. El Ayuntamiento, a iniciativa de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia, ha otorgado a 45 de estos locales la categoría de emblemáticos.
La idea de esta propuesta es «preservar los comercios con una arquitectura peculiar y que dotan de personalidad a Valencia», asegura el presidente de la asociación, Rafael Torres. En definitiva, «frenar el deterioro» que sufrían, ya que en cierta manera son parte del patrimonio histórico de la ciudad, aclara.
La lista se compone de negocios de lo más variado. Desde La Unión Musical hasta la horchatería El Siglo, pasando por Sombreros Albero o Camisería Olegario. Este último comercio lleva vistiendo a los valencianos desde 1940. Es un negocio familiar que va ya por la tercera generación. Trabajaron el interior del establecimiento en 1992 «para recuperar el aspecto que tenía en los años de su fundación», explica Olegario Fayos, propietario de la camisería. Son conscientes del tesoro que guarda su exterior y decoración, «una muestra del paso de la historia, su esencia», comenta Fayos. El vendedor explica que son muchos los turistas que entran al local sólo para admirar su interior, «algo así como un museo».
Cerca de ésta, la Tienda de las Ollas de Hierro ha cumplido 220 años. Su fachada, escaparates e interior continúan intactos desde su fundación, aunque haya cambiado «el almacenaje de ollas por la venta de artículos de valenciana, imaginería y otro sinfín de objetos», explica uno de sus empleados, Jorge Vilar. El negocio ha pasado por diferentes manos, y hace 60 años se hizo con ella la familia del propietario actual.
Es un local con tradición que sin duda «merece la pena que sea conservado». Aunque hace un año temieran no poder conseguirlo cuando el Ayuntamiento «declaró en ruina el edificio». Al final, y «gracias al esfuerzo de su dueño», consiguieron salvarlo, explica Vilar. Por ello ve ahora con buenos ojos este reconocimiento y espera que continúe el «apoyo» del consistorio.
Pablo Navarro, propietario de la armería que lleva su nombre, también lamenta que se esté perdiendo «la esencia del comercio valenciano». El negocio lo comenzó su familia en 1840 y ya ha pasado a la sexta generación. Continúan vendiendo escopetas, aunque han ampliado el catálogo de productos. Confiesa que últimamente «está siendo más complicado» pero ni se le pasa por la cabeza abandonar el negocio. Navarro coincide con el resto de comerciantes en «el valor añadido de conservar la estética de los comercios con tanta historia a sus espaldas».
Un caso especial es el de Original CV. Esta tienda de productos propios de la Comunitat está en el mismo local en el que en 1880 se abriera la antigua Farmacia Cañizares.
La tienda Original CV lleva un año en el local de la antigua Farmacia Cañizares, de 1880 .
TXEMA RODRÍGUEZ
La dueña del comercio actual, Isabel Reig, eligió este local por la riqueza histórica de su interior. «Creímos que la artesanía, la cerámica y madera que presenta fusionaba muy bien con nuestro producto ligado a la cultura valenciana», comenta Reig.
De hecho, una de las condiciones del propietario del edificio para alquilarlo era «mantener intacto el interior». Aceptó encantada, y de la antigua farmacia conserva «su mobiliario, mostrador, escaparates y estructura». Tras cumplir su primer año desde la reapertura del local, su dueña revela que mucha gente «viene recordando la farmacia y cuenta sus anécdotas allí».
La asociación del centro histórico quiere que el siguiente paso que dé el Ayuntamiento de Valencia sea tomar medidas para obligar a estos comercios emblemáticos a «mantener la arquitectura que les da personalidad», así como que se les otorgue «un valor patrimonial reconocido», afirma su presidente.
La dueña del comercio actual, Isabel Reig, eligió este local por la riqueza histórica de su interior. «Creímos que la artesanía, la cerámica y madera que presenta fusionaba muy bien con nuestro producto ligado a la cultura valenciana», comenta Reig.
De hecho, una de las condiciones del propietario del edificio para alquilarlo era «mantener intacto el interior». Aceptó encantada, y de la antigua farmacia conserva «su mobiliario, mostrador, escaparates y estructura». Tras cumplir su primer año desde la reapertura del local, su dueña revela que mucha gente «viene recordando la farmacia y cuenta sus anécdotas allí».
La asociación del centro histórico quiere que el siguiente paso que dé el Ayuntamiento de Valencia sea tomar medidas para obligar a estos comercios emblemáticos a «mantener la arquitectura que les da personalidad», así como que se les otorgue «un valor patrimonial reconocido», afirma su presidente.
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