EL MANDALA: NUESTRO TERAPEUTA INTERNO
La palabra mandala es de origen sánscrito y significa círculo sagrado. Es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto. Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual, es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, etc. todos siguen una línea circular, ¿y que decir del átomo o la célula?, elementos de los cuales está constituido el cuerpo humano. Desde ese punto de vista, nuestro organismo lo forman innumerables mandalas.
Todo ser humano tiene su centro, el cual es reconocible, y todos los buscamos constantemente. La experiencia consciente del centro se vive como una felicidad indescriptible. Es la meta de toda meditación. En último termino toda meditación gira alrededor del propio centro y por tanto todo mandala nos recuerda el propio centro y es también meditación.
ARMANDO RODRIGUEZ MORALES
No hay comentarios:
Publicar un comentario