VALENCIA: Traslado de la Virgen de los Desamparados
El Traslado de la Virgen de los Desamparados es una muestra de fervor popular y sólo desde el corazón y la fe se puede entender que un acto de este tipo concentre a tanta gente en un mismo sitio, en el epicentro de la capital del Turia. Mañana, la Geperudeta lucirá manto nuevo, donado anónimamente por dos modistas, en blanco y plata, pero cabe destacar que aunque parezca un acto espontáneo y masivo, todo, dentro de la improvisación, está organizado. Entre el público habrá asociaciones, voluntarios y colectivos que trabajan todo el año para que salga perfecto. Además, del dispositivo de seguridad, con Policía, Cruz Roja y Protección Civil, también es importante la labor de grandes devotos de la Virgen.
M.ª Ángeles Serrano Camarera
«Ponemos empeño para que el día de la fiesta esté todo engalanado»
OM.ª Ángeles Serrano lleva 27 años ejerciendo de camarera de la Virgen. Ella es la que más cerca está siempre de la Virgen y es la encargada de cambiarle los mantos. Esta valenciana detalla que como el manto del Traslado es nuevo, «paso una tarde y una mañana entera para ponerle el nuevo manto. Además, el domingo, después de comer, hay que cambiarlo para vestirla con el manto de la procesión, que es el que con un recolecta los valencianos regalaron a la Virgen en la década de los 50. Serrano detalla que las 1.700 mujeres que componen la corte de honor de la Virgen trabajan todo el año para que la Geperudeta esté bien atendida. «Después de San Vicente las mujeres ya empezamos a colaborar en limpiar todos los balcones y ventanales de la Basílica. Ayer, por ejemplo, nos ocupamos de poner los colgadores de los balcones y los primeros bancos de la Basílica para que todo esté precioso». La camarera añade que, además, han empleado cuatro años en «sacar a flote los mantos buenos. Hemos trabajado los metales para que recuperen su esplendor. Y cuando se pueda, que se restauren, que en algunos hace mucha falta», añade.
Juan Arturo Devís Hermandad Seguidores de la Virgen parte de la Fundación Maides de la Virgen, que da asistencia a enfermos mentales crónicos valencianos. Los días previos del Traslado se encargan de bajar la imagen Peregrina desde la segunda planta del edificio anexo de la Basílica a un primer piso, junto al camarín, donde es engalanada la imagen. «Durante la missa d'Infants es cuando la Virgen se baja ya entre 32 personas hasta la Basílica. Es emocionante», confiesa. Devís detalla que este año la hermandad cumple sus 65 años de historia. «Durante el año nosotros acompañamos a la Virgen en todas las salidas que realiza por los pueblos». También añade que en el momento del Traslado, con todo el trabajo previo ya concluido, participamos de la fiesta como unos más del pueblo».
«Ponemos empeño para que el día de la fiesta esté todo engalanado»
OM.ª Ángeles Serrano lleva 27 años ejerciendo de camarera de la Virgen. Ella es la que más cerca está siempre de la Virgen y es la encargada de cambiarle los mantos. Esta valenciana detalla que como el manto del Traslado es nuevo, «paso una tarde y una mañana entera para ponerle el nuevo manto. Además, el domingo, después de comer, hay que cambiarlo para vestirla con el manto de la procesión, que es el que con un recolecta los valencianos regalaron a la Virgen en la década de los 50. Serrano detalla que las 1.700 mujeres que componen la corte de honor de la Virgen trabajan todo el año para que la Geperudeta esté bien atendida. «Después de San Vicente las mujeres ya empezamos a colaborar en limpiar todos los balcones y ventanales de la Basílica. Ayer, por ejemplo, nos ocupamos de poner los colgadores de los balcones y los primeros bancos de la Basílica para que todo esté precioso». La camarera añade que, además, han empleado cuatro años en «sacar a flote los mantos buenos. Hemos trabajado los metales para que recuperen su esplendor. Y cuando se pueda, que se restauren, que en algunos hace mucha falta», añade.
Damián Torres |
Juan Arturo Devís Hermandad Seguidores de la Virgen parte de la Fundación Maides de la Virgen, que da asistencia a enfermos mentales crónicos valencianos. Los días previos del Traslado se encargan de bajar la imagen Peregrina desde la segunda planta del edificio anexo de la Basílica a un primer piso, junto al camarín, donde es engalanada la imagen. «Durante la missa d'Infants es cuando la Virgen se baja ya entre 32 personas hasta la Basílica. Es emocionante», confiesa. Devís detalla que este año la hermandad cumple sus 65 años de historia. «Durante el año nosotros acompañamos a la Virgen en todas las salidas que realiza por los pueblos». También añade que en el momento del Traslado, con todo el trabajo previo ya concluido, participamos de la fiesta como unos más del pueblo».
Toni Sánchez Asociación de Eixidors del Trasllat
«Nos gusta proteger a la Geperudeta en el Traslado y en su llegada al altar»
Hace años que devotos de la Virgen, a título individual, acudían a la cita anual del Traslado para proteger a la Geperudeta. Su labor conjunta era asegurarse de que los empujones que se producen en la plaza o los tirones que sufre el manto de la imagen no acabe estropeando la talla y, por supuesto, que esta no caiga al suelo. Nadie sabe cómo, con tanto zarandeo, la Virgen no acaba en el suelo. Es casi un milagro, pero los Eixidors se convierten por un día en sus protectores o guardaespaldas. «Todos íbamos a título individual. La mayoría ni sabíamos cómo nos llamábamos, pero cada año, por el Traslado, nos veíamos. Hace dos años decidimos constituirnos en asociación y ha sido un acierto», indica Toni Sánchez, presidente dels Eixidors. Cada año el sábado noche cenan juntos y el domingo se les puede reconocer porque llevan una camiseta naranja. «En 2012 éramos 180 personas, ahora hemos subido a 200. Hay hasta recién nacidos apuntados, aunque lógicamente no van al Traslado», añade Sánchez. Toni detalla que suelen rodear a la Virgen durante el Traslado y «además, el año pasado ya conseguimos que nadie invada el altar de la Catedral donde se deposita la Virgen. En años anteriores había gente que, con tal de estar en primera fila, se subía encima del altar y eso no podía consentir porque es un lugar sagrado».
Jesús Fernández Amigos del Camino de la Virgen de los Desamparados
«Cumplimos diez años de peregrinación desde Paterna a Valencia»
Jesús Fernández preside el colectivo Amigos del Camino de la Virgen de los Desamparados y cada año, desde hace ya 10, van en peregrinaje desde Paterna hasta el punto neurálgico de la fiesta. «Cumplidos el décimo aniversario. Realizamos unas tres horas de camino y recorremos unos 10 kilómetros», indica. Esta noche está previsto que hagan el peregrinaje 3.000 personas. «Nos juntamos a las dos de la madrugada en Paterna y viene gente hasta de Benimamet, Manises, Burjassot y Rocafort», describe. A esa hora reparten chocolate y pastas para dar fuerzas a los caminantes. Para realizar la ruta van ataviados con una caña de romería «a la que ponemos hasta luz». Además, llevan música de acompañamiento, con la banda de Cornetas y Tambores de la Coma. Muy orgulloso, Jesús cuenta que este año las autoridades eclesiásticas «han tenido el detalle de ponerle nuestro nombre a una misa. Ha sido un gesto muy importante». Otro dato curioso es que todos los años dan un premio al peregrino más joven y, en esta edición será para «Jaume Tadeo Ruiz, un bebé de dos meses. Además, se ofrecerá el niño a la Virgen». Otra iniciativa es que estos Amigos del Camino de la Virgen, junto con la asociación de comerciantes MultiPaterna, «estamos haciendo una campaña solidaria para recoger alimentos no perecederos y donarlos a la Fundación Maides de la Virgen», según Jesús Fernández.
Pere Borrego Presidente de Na Jordana y devoto de la Virgen
«Sigo la tradición familiar de piropear a la Virgen y animar a que aplaudan»
Los valencianos y el mundo fallero conocen a Pere Borrego por su faceta de presidente de la comisión Na Jordana, pero Pere comparte otras muchas pasiones, como ayudar a fomentar las tradiciones valencianas y apuesta por el teatro o la danza. Toda la vida, desde pequeño, «he acudido con mi padre al Traslado». En este acto Pere, por tradición familiar, alza su voz para lanzar piropos a la Virgen. «Ya lo hacía mi padre y yo sigo con la costumbre. Me gusta dirigirle palabras bonitas a la Virgen y, sobre todo, animar a la gente que está en la plaza para que aplaudan a la Geperudeta», indica Pere Borrego. Como él, hay muchos personajes anónimos que durante el Traslado alaban a la Mare de Déu con palabras que muestran que la devoción se lleva en la sangre. También hay incluso quien le canta. Y es que la emoción está a flor de piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario