Un hombre vive en una cripta con el esqueleto de su mejor amigo
El hombre vivió así durante 13 años, pues perdió todo el dinero que tenía a causa de un mal negocio
“Tengo más miedo de los vivos que de los muertos"
Madrid ActualidadS.Fernández el 04/11/2013 9:46
Fabio Beraldo Rigol, un hombre de 47 años ha vivido durante los últimos 13 en la tumba de su mejor amigo,acurrucado junto a su esqueleto. Este varón se mudó al cementerio tras perder su casa y caer en las drogas.
Cuando su familia lo repudió “pidió permiso ” a su amigo muerto para vivir en la cripta con él, puesto que ésta tiene espacio para 6 cuerpos más. El hombre que es de Santa Isabel (Brasil) sólo sale de ahí para pedir comida. Además, afirma que se encontró sin dinero y sin hogar después de que su negocio fue mal y empezó a consumir drogas, según recoge Mirror.
“Tengo más miedo de los vivos que de los muertos. Nunca he visto a un fantasma. Esto se vuelve tranquilo a veces, pero yo no soy un gran hablador, por lo que me conviene. No soy muy bueno en las relaciones con las personas vivas”, ha explicado el hombre.
“Tuve que salir de casa , y terminé vagando por las calles. Una noche estaba lloviendo. No recuerdo cómo, pero cuando me desperté estaba aquí en el cementerio”, afirma Beraldo.
“Cuando llueve me quedo en el interior del cementerio. Cuando necesito comida siempre hay gente que me lo da. Dios nunca me deja ir con hambre”.
No obstante, el varón lo tiene claro, su situación es sólo temporal, no quiere pasar sus últimos días en el cementerio: “Quiero salir de aquí con vida. Todavía quiero tener mi propia casa, incluso si es sólo un dormitorio y un baño. Quiero volver al trabajo si hay una oportunidad. Mi vida aún no ha terminado”.
Cuando su familia lo repudió “pidió permiso ” a su amigo muerto para vivir en la cripta con él, puesto que ésta tiene espacio para 6 cuerpos más. El hombre que es de Santa Isabel (Brasil) sólo sale de ahí para pedir comida. Además, afirma que se encontró sin dinero y sin hogar después de que su negocio fue mal y empezó a consumir drogas, según recoge Mirror.
“Tengo más miedo de los vivos que de los muertos. Nunca he visto a un fantasma. Esto se vuelve tranquilo a veces, pero yo no soy un gran hablador, por lo que me conviene. No soy muy bueno en las relaciones con las personas vivas”, ha explicado el hombre.
“Tuve que salir de casa , y terminé vagando por las calles. Una noche estaba lloviendo. No recuerdo cómo, pero cuando me desperté estaba aquí en el cementerio”, afirma Beraldo.
“Cuando llueve me quedo en el interior del cementerio. Cuando necesito comida siempre hay gente que me lo da. Dios nunca me deja ir con hambre”.
No obstante, el varón lo tiene claro, su situación es sólo temporal, no quiere pasar sus últimos días en el cementerio: “Quiero salir de aquí con vida. Todavía quiero tener mi propia casa, incluso si es sólo un dormitorio y un baño. Quiero volver al trabajo si hay una oportunidad. Mi vida aún no ha terminado”.
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