SAN SEBASTIÁN: LA TAMBORRADA
No quería que terminará el mes de Enero sin comentar una de las Fiestas más bonitas de San Sebastián. Siento no haberlo puesto el día 20 de Enero que fué el día de la gran fiesta a su Patrono, pero me fué imposible.
Pero quiero que la gente de Donosti sepa que ese día pense con ellos (sobre todo en mi amiga colombina) y admiré que a pesar de salir un día a ratitos con lluvía fueron valientes y el clima no menguo para nada la alegria y estusiasmo de esta fiesta.
HISTORIA
La fiesta donostiarra por antonomasia es la Tamborrada. Su origen ha quedado desdibujado por el tiempo, predominando no pocas versiones que han circulado sobre el mismo la fantasía del narrador sobre los hechos reales.
Cuando en el año 1597 una epidemia de peste afectó a la población, los donostiarras hicieron el voto de procesionar el día 20 de enero la reliquia de San Sebastián -hoy perdida- entre la iglesia de Santa María y la iglesia que, bajo la advocación del Santo, se levantaba en el barrio del Antiguo.
En el libro de mandatos de la iglesia de S. Vicente (1540-1670) puede leerse: "San Sebastián. El año de mil y quinientos noventa y ocho que hubo peste en esta Ciudad, se hizo voto de ayunar la víspera de San Sebastián, tomando al santo por su patrón y su dia con la reliquia del santo que ay en la parroquia de Santa María; de ella sale la procesión para San Sebastián el Antiguo y dice la misa mayor el Vicario de Santa María". (J. I. Tellechea: La Reforma Tridentina..., p.291292).
En el primer tercio del siglo XIX la procesión -en la que, al parecer, participaron tambores y pífanos- dejó de celebrarse, siendo sustituida por otros actos religiosos intramuros. La citada procesión no puede, en realidad, ser considerada como un antecedente directo de la Tamborrada, pero si una celebración en honor del Santo a la que sustituyó.
Los historiadores locales no se ponen de acuerdo en la fecha de celebración de la primera tamborrada propiamente dicha. Ni tan siquiera pueden afirmar que ésta existiese de forma organizada. Más bien parecen inclinarse por una lenta formación de la fiesta a partir de dos elementos. Uno fue, sin duda, la música militar que en toda plaza fuerte se podía escuchar continuamente. El otro, las ganas de diversión de los donostiarras. Pudo ser el inicio de la Tamborrada.
Durante sus primeros años de existencia la tamborrada -que no tenía uniformidad en el vestuario- realizaba su salida a las cinco de la madrugada y, tras finalizar su recorrido, se unía al tamboril en el cruce de las calles San Jerónimo y 31 de agosto, con objeto de entrar juntos en la Plaza de la Constitución, donde se corrían los toros ensogados (sokamuturra). La Fraternal, la Unión Artesana (ambas se fusionaron en 1879) y Euskal Billera fueron las primeras sociedades populares en organizar la tamborrada.
Hoy en día, después de una larga evolución -que todavía no ha concluido- la fiesta se centra en el desfile de un centenar largo de "tamborradas" a lo largo de las 24 horas del día 20 de enero, festividad de San Sebastián. Al conjunto de la fiesta se denomina también "Tamborrada".
Cada tamborrada está constituida por entre treinta y cincuenta tamborreros, generalmente vestidos con trajes militares del siglo XIX y entre cincuenta y cien barrileros que, vestidos de cocineros o aguadoras, portan pequeños barriles sujetos a la cintura. En el año 2011 aparece un nuevo instrumento el "urkedamborra", con sonido de tambor, destinado a que la sección de tambores de la sociedad Kresala puedan participar aguadoras. También forma parte de la comitiva una banda de música, si bien está al margen de la organización, cobrando en la mayor parte de los casos por sus servicios.
Para ser considerada tamborrada "oficial" y, por lo tanto, poder optar a una subvención municipal, es obligatorio que esté organizada por una sociedad benéfica, cultural, recreativa o deportiva asentada en San Sebastián. También se recomienda un mínimo de componentes y el respeto en el recorrido a la prioridad de paso que asiste a las tamborradas más antiguas. Existe una coordinadora de tamborradas que dispone de delegados que representan las tamborradas de cada zona de la ciudad, que es la encargada de tomar las decisiones necesarias para la buena marcha de la fiesta y de realizar los enlaces pertinentes con el Centro de Atracción y Turismo y con el Ayuntamiento.
En las mayor parte de las tamborradas la mujer se incorporó activamente en la fiesta en la década de 1990 (inicialmente Kresala, Txubillo, etc.), desfilando como tamborreras y/o "aguadoras". Estas últimas portan un instrumento que recibe el nombre de "herrada", similar al barril en cuanto al sonido pero, a diferencia de éste, tiene la base inferior ligeramente más grande que la superior y lados rectos (forma troncocónica). Su indumentaria -inspirada en la de la mujer del s. XIX- no está totalmente establecida, pero, por lo general, está formada por tocado blanco, corpiño negro, faldas largas de color, pañoleta al cuello y abarcas de goma sobre calcetines de lana blancos.
En ciertas tamborradas, normalmente coincidiendo con las de menor antigüedad, la indumentaria de tamborreros y barrileros es única: el traje de cocinero. Con el paso del tiempo es frecuente que los tamborreros adopten la indumentaria militar tradicional, diferente para cada tamborrada. Tanto los uniformes como el resto del material corren por cuenta de los componentes de las tamborradas o de las instituciones de que dependen, otorgando todos los años el Ayuntamiento la ya citada subvención a cada una que se utiliza generalmente para sufragar los servicios de la banda de música.
La máxima autoridad de cada Compañía la ostenta el "Tambor mayor" que, sirviéndose de un bastón de mando provisto en su parte superior de cortas cintas, dirige los golpes que tamborreros y barrileros/aguadoras han de dar a los tambores (bastón vertical), a los barriles/herradas (bastón horizontal cuando el golpe no es unísono con los tambores) o los palillos entre si (bastón horizontal); le sirve también para indicar la finalización de cada pieza (bastón invertido). Los barrileros están atentos a las instrucciones impartidas por el "Barril mayor" ), que porta un gran tenedor, cuchillo o cuchara entre sus manos con el que procede a la dirección de su sección.
Una reducida escuadra de gastadores encabeza la comitiva, al frente de la cual desfila un "Cabo". Tras ellos se sitúan la bandera de San Sebastián y la del colectivo que promueve la tamborrada, acompañadas por un pequeño grupo de "cantineras". Les siguen los grupos de tamborreros y de barrileros encabezados respectivamente por un "Cabo de tambores" y un "Cabo de barriles". La banda de música se sitúa entre los tambores y los barriles.
Las tamborradas de mayor antigüedad son las organizadas por las sociedades gastronómicas. Los socios de muchas de ellas son exclusivamente hombres, razón por la que en algunas tamborradas son las mencionadas cantineras las únicas representantes de las mujeres donostiarras. En el año 2007, tras presiones municipales, las aguadoras forman parte de Gaztelubide, una de las tamborradas que se había opuesto con mayor ahínco a la participación de la mujer en su tamborrada.
El repertorio musical de las tamborradas está formado por una decena de composiciones de Raimundo Sarriegui (1840-1913).Sus títulos son: Irirayena (1882), Diana (1882), Retreta (Pasodoble 1º de tambores, 1882), Retreta (Pasodoble 2º de Tambores, conocida como "Tatiago", 1884), Polka de tambores (1885) y la Marcha de San Sebastián (1861) que, aunque en general no es cantada en la tamborrada, cuenta con letra de Serafín Baroja ("Sebastian bat bada zeruban...").A partir del año 1993 algunas tamborradas incorporan otras composiciones de Raimundo Sarriegui, tales como Gau Ibillera ("el alcalde le dijo al obispo..."), Caballería de viejas (1881), Caballería de Gallos, Ataque de Herrikosemes y Gau Ibillera, esta última sin autor conocido. Es tradición entre los buenos donostiarras interpretar en público las mencionadas composiciones exclusivamente el día de su Patrón y en los ensayos de las tamborradas, que tienen lugar varios días antes de la festividad.
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