25 de julio de 2012

Vacaciones baratas: " Inteligencia emocional"

Por muy mágica que sea está agenda, aún no he podido transmutar las cosas en oro y la crisis nos está agobiando. Ni que decir que luego vienen los colegio, la ropa se les ha quedado pequeña etc...
No tendremos más solución que coger el toro por los cuernos y ponernos manos a la obra y vamos a ir pensando distintas formas de poder económizar al máximo.
El otro día, ya os lo contaba en el post correspondiente fuí a la Font Salá (propiedades curativas) y me llamo la atención de que allí habían algunos coches que se habían traído una sombrilla, su mesita y estaban comiendo con los alimentos traídos de casa. Es decir como hace pocos años decíamos de los domingueros; pues señores el asunto no pinta demasiado bien y tendremos que ir olvidándonos de las vacas gordas e ir ahorrando al máximo. 

Si no hay dinero no hay dinero y hay que acoplarse. La actual situación de crisis económica que vive el país ha provocado que muchas familias en estas vacaciones de verano no puedan hacer un viaje y opten por otra solución de ocio: quedarse en la playa de su ciudad. Si se tiene niños una mañana en la playa de la ciudad puede salir gratis o, como mucho, por un par de euros.

Si no hay playa, en la montaña se pueden hacer excursiones y aprovechar para estar con nuestros hijos en plena naturaleza. Durante el curso muchas veces nos piden de jugar con ellos; pues ahora es el momento y dependiendo de la edad podemos jugar a unos juegos u otros. Incluso una tarde haciendo una tarta sencilla juntos podemos pasarlo bien. 

Este año, los domingos estoy viendo familias que bajan a pasar la tarde en los jardines que hay en la ciudad y que traén su nevera y se van a casa con el niño cenado y agotado de tanto que ha jugado. 

Las cosas han cambiado y es ahora cuando debemos aplicar "la inteligencia emocional": uno puede ser muy inteligente pero si no sabe adaptarse a los cambios de su entorno de nada le sirve la inteligencia. 

A veces los que nos complicamos la vida somos los adultos (por el que dirán). Un ejemplo es que el otro dia pase por un descampado en coche donde desde hace bastante tiempo se reunen muchas familias de emigrantes, para estar en contacto, intercambiarse información y de modo muy sencillo sus hijos han montado un campo de tenis y de fútbol y se pasán los fines de emana jugando. Yo iba acompañada por dos adolescentes y cuando los vieron les salio de forma supernatural: "Jo, estos si que se lo pasán bien, cualquier dia venimos a ver si nos deján jugar con ellos". Deberemos aprender de nuestros hijos? 

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