El calvario de Isabel Preysler
Pasa horas a los pies de la cama de Miguel
Boyer, en estado grave. Hace cinco meses perdió a su hermana menor
03.03.12 - 16:26 -
Isabel está destrozada, aunque no
pierde la esperanza». La periodista Rosa Villacastín define así, y con voz
afectada, el estado anímico de la esposa de Miguel Boyer. Se encuentra muy
afligida. Lo mismo ha comentado su amiga íntima Elena Benarroch: «Es fuerte,
pero también muy sensible y lo está pasando muy mal».
Preysler no coge el teléfono, apenas
habla con los más allegados, como los amigos de la pareja (Carlos Solchaga,
José María Amusátegui y su esposa, Amalia, o Fernando Fernández Tapias) y pasa
muchas horas en la clínica Ruber de Madrid. Cuando sale, con semblante
visiblemente cansado, oculta sus ojos detrás de sus inseparables gafas oscuras
y ante la prensa guarda silencio, el que exige, por otra parte, el momento tan
delicado por el que atraviesa el exministro de Economía.
Boyer, de 73 años, continúa en la unidad
de cuidados intensivos donde ingresó en la madrugada del martes con una
hemorragia cerebral que exigió intervención quirúrgica. La evolución es
favorable y permanece estable en la unidad de cuidados intensivos. El parte
médico facilitado ayer por la tarde –a petición expresa de la familia– por el
doctor que le atiende, el neurocirujano Pedro Matas, expone que la situación de
Boyer sigue siendo «de gravedad, teniendo en cuenta las características de la
lesión hemorrágica». Mantiene las constantes vitales, pero permanece sedado y
aún precisa de ventilación asistida, por lo que no lo trasladarán a planta.
Hasta el lunes, no volverá a emitirse ningún otro parte.
Isabel Preysler, que el 18 de
febrero cumplió 61 años, está desolada, pero no sola. Su hija Ana, la menor y
fruto de la historia de amor con el economista y expolítico, y Tamara Falcó,
hija en común con el marqués de Griñón, no la dejan sola ni un minuto y la
acompañan siempre en sus visitas a la clínica. Tampoco se separa de su padre
enfermo Laura, nacida del primer matrimonio de Boyer con Elena Arnedo.
La que en su día fuera indiscutible
reina de corazones, imagen de Porcelanosa y cotizada en las más altas reuniones
sociales, pasa la mayor parte de su tiempo a los pies de la cama de Boyer, con
quien ha compartido 25 años de vida. Una relación por fin estable –por la que
en su momento nadie apostaba– después del fracaso de sus anteriores enlaces con
Julio Iglesias, del que nacieron Chabeli, Enrique y Julio, y con Carlos Falcó.
Isabel conoció a su actual esposo en
1982, antes de que el PSOE ganara las elecciones, en la casa de una amiga de
Boyer. Los presentó un cuñado de Calvo Sotelo, quien, previamente, había
invitado a la filipina diciéndole que iba a conocer a «una de las cabezas más
brillantes de España», recuerda la periodista y colaboradora televisiva. Estaba
casada por entonces con el marqués de Griñón, pero hubo flechazo. Pudo más la
inteligencia y el gran sentido del humor del político que su relación
aristocrática. La boda, íntima y por lo civil, se celebró el 2 de enero de
1988. Hasta ahora.
Miguel Boyer (San Juan de Luz, 1939)
fue el ‘superministro’ de Gonzaléz entre 1982 y 1985, mandato bajo el que se
produjo la expropiación del grupo Rumasa (18 bancos y cerca de 400 empresas)
presidido por José María Ruiz-Mateos, quien, por cierto, le ha deseado una
pronta recuperación. Después comenzó una frenética carrera empresarial que le
llevó a presidir el Banco Exterior y CLH (la antigua Campsa), y a ser la mano
derecha de Esther Koplowitz en FCC. En la actualidad pertenece a varios
consejos de administración, como Red Eléctrica o Reyal Urbis. Se dice que sus
ingresos no bajan del millón de euros anuales.
Muerte de la hermana
Famosa y rica también lo es su esposa. Pero la vida
sacude a todos por igual. Aunque Isabel Preysler lleva cinco meses sin levantar
cabeza y la tragedia se ceba con ella. El pasado 1 de octubre fallecía su
hermana, Beatriz, de un cáncer de pulmón del que pensaban que se iba a
recuperar. Tenía 53 años. Ambas hermanas estaban muy unidas tras el divorcio de
Beatriz. Y, sin haber superado aún la desgracia, le llega otra. «Ha sido un
palo muy fuerte porque son cosas que nunca se esperan», comenta Villacastín,
pendiente en todo momento del estado de salud de Boyer y de la evolución de una
patología que conoce muy bien porque su madre la sufrió a los 84 años y la
superó gracias a que actuaron con rapidez y a las manos del doctor Jaime
Masjuan, coordinador de la Unidad de Ictus del hospital Ramón y Cajal de
Madrid. Masjuán alerta del crecimiento del número de casos, unos cien mil
anuales en España. Sobre las secuelas, el doctor prefiere hablar antes de
pronóstico de vida. «Dependerá de las complicaciones de la operación y de la
enfermedad en sí misma», explica. El derrame le puede dejar lesiones, pero
ojalá tenga la suerte de Alberto Contador, Silvia Abascal o María Escario,
entre muchos otros que han pasado por ese trance, que se han recuperado de
manera extraordinaria.
Beatriz, hermana de Isabel Preysler
4/4/2012 Isabel Presyler, junto a su marido
El pasado
lunes, el exministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer, de 73 años, era
hospitalizado tras sufrir un derrame cerebral. Desde entonces muchas han sido
las visitas a la clínica Ruber de Madrid para interesarse por el estado de
salud del marido de Isabel Preysler, que está atravesando uno de los peores
momentos de su vida. Hace apenas unos meses, la muerte de su hermana Beatriz
sorprendía a la filipina que desde el momento del accidente vascular no se
separa de su marido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario