EUROCOPA 2012 | Polonia
'Puedo curar a la selección española'
- Un ex presentador de la televisión polaca asegura haber sanado con sus manos a varios futbolistas del equipo nacional de Polonia
Afirma que es capaz de sanar con solo pensar en la persona indicada, ni siquiera necesita tocarla, ya que, según él, su energía puede viajar incluso a través del teléfono. "Si hace 20 años alguien me hablase de esto, le diría que está loco, pero me convencí cuando descubrí que tenía un poder especial en mis manos", así de tajante se muestra Adam Gocel. Este polaco de 73 años se aleja mucho de la imagen típica del curandero o charlatán. Y su historia gana en seriedad cuando cuenta que, aparte de tener esta habilidad o 'don', como el mismo lo llama, es Doctor en Veterinaria y Licenciado en Periodismo.
En las paredes de su humilde consulta en Varsovia, por donde cada semana pasan decenas de personas, hay varias cartas de agradecimiento, diplomas y recortes enmarcados. Destaca una misiva de Sir Alex Ferguson en respuesta al ofrecimiento del polaco para ayudar al Manchester United y fotos de futbolistas conocidos que aseguran haber sido curados por Gocel. Jugadores nacidos en Polonia que han militado en clubes serios, como Jacek Krzynówek (Bayern Leverkusen), Wojciech Kowalewski (Spartak de Moscú) o Artur Sarnat (Wisła Kraków) han pasado por sus manos. Incluso afirma que han recurrido a sus servicios varios futbolistas de la selección polaca que ahora mismo están disputando la Eurocopa. Estos son Marcin Wasilewski, del Anderlecht, Jakub Wawrzyniak, del Legia de Varsovia, o el portero Przemysław Tytoń, del PSV, quien paró un penalti decisivo el pasado viernes ante Grecia.
Uno de sus pacientes habituales más agradecidos es Tomasz Frankowski (Elche CF y CD Tenerife), quien habla abiertamente a los medios polacos sobre el poder sanador de Adam Gocel. "Antes de los partidos acudía a su consulta, ¿si me ayudó?, por supuesto que sí", declara este futbolista de la liga polaca que ha disputado 22 partidos con la camiseta de la selección. De Krzynówek cuenta que volviendo de ver a Frankowski, se cruzó con él en el ascensor del hotel y este le dijo que llevaba seis meses intentando recuperarse de una lesión. Adam puso sus manos en la rodilla maltrecha durante 30 minutos y al día siguiente, cuando quiso volver para repetir la operación, se encontró con Krzynówek sonriente. "El líquido de la rodilla se ha evaporado", dijo el futbolista.
Pero antes que sanador, Adam Gocel (1939), fue un popular periodista de la televisión pública polaca que aún hoy es recordado por los espectadores. En los años 80, Gocel presentaba un exitoso programa en el que escudriñaba pueblos reconditos del país en busca de niños y jóvenes futuras promesas del fútbol. Tanto fue así que él y su equipo ganaron en dos ocasiones 'la Pantalla de Oro', el equivalente al Premio Ondas en España. "Mis compañeros me decían que transmitía muy buena energía y que conmigo el estrés desaparecía", arguye Adam, quien más tarde revela que decidió estudiar Periodismo nada menos que a la edad de 30 años.
Las primeras señales
Gocel también trabajó durante tres años como veterinario en Marruecos. "No sé cómo, pero en condiciones muy precarias, yo era el único médico al que no se le morían los animales". Y es aquí donde comenzaron los primeros síntomas de que algo inusual le estaba pasando. Tras su experiencia africana, fue invitado a varias ciudades para dar una serie de conferencias. "Una mañana, antes de salir de viaje, comecé a oír en mi cabeza como algo me decía: 'mira a tu derecha, mira a tu derecha'. La extraña voz se siguió repitiendo durante todo el día, y en el viaje de vuelta pensé que estaba listo para ir al psiquiatra. Cuando ya me estaba acercando a Varsovia, decidí acelarar para llegar antes, entonces un camión apareció repentinamente por mi derecha, 'es el final', me dije. Di un volantazo y varias vueltas de campana, cuando me desperté pensé que estaba muerto, pero el ruido del motor me hizo darme cuenta de que seguía vivo. Esa voz me había salvado la vida".
Después de eso consultó con un par de amigos, quienes le recomendaron acudir a unos "magos energoterapeutas". Nada más llegar al centro Bioton, le dijeron que tenía una energía fuera de los común y que dejara toda su vida anterior para ponerse a curar a la gente. "¿Por qué dejé la fama y la televisión? Pues porque prefiero curar antes que hablar sobre cómo los demás curan".
Ahora lleva más de 15 años en su consulta, tratando no solo a futbolistas, sino también a pacientes con cáncer. "Puedo asegurar que he salvado la vida a más de 60 enfermos terminales. Mi drama personal es que no pude ayudar ni a mi mujer ni a mi yerno, ambos murieron por un tumor". Dice que no hace esto por dinero, sino por la gente, y es que los escasos 50 o 70 zlotys que cobra por consulta (entre 11 y 16 euros) son "apenas una ayuda para la pensión". Su deseo para esta Eurocopa es que Polonia pase por lo menos a cuartos de final y, si no gana, que España sea la campeona. "Espero que no les haga falta, pero si la selección española quiere, yo les puedo curar las lesiones. Esa puede ser la diferencia entre tres días o tres meses de recuperación".
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